La vieja escuela

Aun hay esperanza.

He convivido con un grupo de corsarios, incluso podían verse nubes difusas de testosterona…

¿De qué hablo?


Este viernes fue para machos muy machos, no mamadas de princesas o afeminados.


Empezando por unas León en la terraza de un compa, bien frías, con un calor para quitarse la camisa, escuchando música. No podía pedir más, toda la flota disfrutando. Empecé a filosofar con un amigazo sobre banalidades, que si las mujeres, que si el reggaetón, que si el gobierno, una conversación muy variada.

Terminamos de las León …¿se acabo?

Naaaaa… Solo apretamos el botón de pause y cada quien fue a arreglar unos pendientes, ya concluidos aquellos pendientes aquel amigazo con el que filosofaba sugirió ir a echar unos tragos con el famosísimo “Tío Chucho”.

El Tío Chucho, don curtido que roza los 45 años de vejez, un corsario de la vieja escuela, de los que estoy seguro muy pocas veces me topare en la vida, gente que vale la pena pues.

Llegamos a casa de mi amigo, y no había nadie, papeamos mientras esperábamos al Tío Chucho, fue entonces cuando llego en una camioneta. Dentro venían dos personas más: El Borrego (hermano de mi compa) y El Tío Piojo (tío del mismo wey).
Como todo caballero salude con modales, nada de “que pedo”, “que tranza”, eso es para igualados, respeto ante todo, cuál sería mi sorpresa (y de mi compa) que al momento de estrechar la mano del Tío Chucho me dice –¿Sabes qué?, este cabron es a toda madre, transmite buena vibra…me cae que es mas chingon que “fulanito”, con estos weyes son con quienes te deberías de juntar, con alguien que te aporte algo bueno-. Quizás el alcohol que ya había ingerido el Tío le genero esa imagen de mi, o quizás no, sin embargo me sorprendió, nunca me habían dicho eso antes de conocerme…bueno, solo en una ocasión.
Al poco tiempo nos dirigimos a casa de otro familiar a que le fueran a cobrar un dinero. Nosotros esperamos en el auto.
-Pasen.- nos dijo el Tío Chucho, me encontré con aquellos dones bebiendo maltas y desarmando un kuino…SI, DESTRIPABAN A UN COCHINO!
Es aquí donde algunos pensaran en que soy simpatizante del dolor ajeno así que lo aclarare. Yo si me alimento de lo que sea, pescado, carnes rojas, aves, de todos los animales que sepan ricos y no habría manera de comérmelos vivos, pero hay maneras, con una estocada en el cuello del kuino murió..sin sufrir, diez segundos fueron suficientes para que dejara de moverse.
Como sea. Aprendí cual era el estilo sombrerete, y ahora se que es el buche…XD. Entre humo de cigarrillo, cervezas, carne colgando, y una que otra mentada me halle ese dia…fue genial, nada como la vieja escuela.

Después de algunas platicas intermitentes con los tíos retornamos a casa de mi compa, y seguimos bebiendo maltas.
Hubo cierto altercado en el cual mi calzado fue salpicado con la sangre de una persona, pero bueno, ni que fuera princesa para cuidar unas zapatillas…

En fin, si llego a viejo me gustaría ser como alguno de esos dones, a mi no me laten las niñerías de verme comiendo platillos gourmet, ni haciendo yoga. Nel, eso no lo hacemos los machos muy machos.

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